FÉLIX MARTÍN MARCOS. MONAGUILLO HASTA LOS 85
Tuve la suerte de entrevistarlo para la revistilla que hacíamos en nuestros tiempos de estudiantes, "Nuestro Pueblo", agosto 1979, y se la comparto ahora que sin duda está en el Cielo como muestra de gratitud.
En aquel momento nos llamaba la atención su inquebrantable fidelidad a la misa de cada día, su ayuda permanente a todas las actividades de la parroquia y la lectura de la epístola, clara y sonora. Al preguntarle por qué hacía de monaguillo nos dijo que lo veía necesario que lo mamó de pequeño y que lo hizo desde niño Muchas veces fue con las botas embarradas o con la ropa de faena a ayudar. "Creo que el Señor me llamó y yo le dije: aquí estoy. Lo que me causa una gran pena y casi náusea es que con tantos niños como hay apenas haya monaguillos".
Acerca de los respetos humanos y el qué dirán, nos manifiesta que no lo entiende:
-. Hoy a la gente no le da vergüenza ser un sinvergüenza y a nosotros los católicos nos da respeto humano ir a Misa o comulgar porque digan o no digan. Mira, hay que imitar a la Verónica, su gesto varonil y lanzarse al ruedo con valentía. Por el Señor Jesús se hace lo que haga falta, pues ¡anda! Que no hizo Él cosas por nosotros hasta morir en la cruz. No tengo ningún complejo de "beato". La gente que diga lo que quiera. Tengo cifrada mi felicidad en Dios y tengo que decirte que el Corazón de Jesús nunca me ha fallado. Lo importante es pedir con insistencia y sin desfallecer. La fe en Cristo es lo que da sentido a la vida y lo que nos salva.
En cuanto a la formación religiosa la base ha sido el Catecismo:
- Me lo aprendí de memoria desde niño. Siempre tuve inquietud de aprender más y, sobre todo, de vivirlo más a fondo. También he leído la Historia Sagrada, el Evangelio... Siempre que he podido... claro está, pues el trabajo y el atender a la familia no me han dejado mucho tiempo.
Acerca de la religiosidad de los pueblos me parece que en muchos casos se ha atosigado al igual que la cera derretida de la vela que acaba por apagarla. Para revitalizarla hay que volver a la catequesis precedida del ejemplo cristiano de padres y catequistas. Hay que enseñar oraciones a los niños; orar y enseñar la doctrina de acuerdo con sus años. También considero clave el rezo del Rosario en familia y en la Iglesia (al menos los domingos), la oración predilecta de los papas como Juan Pablo II
Y eso de que la religión ha sido opio para adormecer las conciencias, ¿qué ha sido para usted?
Pues para mí como te he dicho ha sido lo contrario, un fuerte estimulante que me ha ayudado a dar sentido a mi trabajo y a toda mi vida y a mi familia. En Jesús he encontrado la dignidad verdadera del trabajo, así como una gran alegría. He orado mucho en el trabajo y por eso se me ha hecho mucho más llevadero.
Digamos para terminar que este oficio de campanero ha tenido fieles cumplidores como el señor Amadeo que tocaba para "la oración" o rezo del ángelus tres veces al día; la señora Emilia la del Señor Elicerio; Celestino García, esposo de Salud...y ahora Gimi, los domingos y fiestas de guardar.