El gran periodista católico, Venancio Luis Agudo, siempre vinculado a la Editorial Católica, el Diario YA, director de LA VERDAD de Murcia escribió una deliciosa obrita para los padres de familia "Quince cartas a un padre preocupado" y "Porque tuve hambre y no me disteis de comer" Volume 142 of Coleccion pastoral aplicada Pastoral aplicada, PPC, 1987, Madrid, 351 pp. Tuve la suerte de conocerle en Valladolid allá por 1988 y me leí con agrado sus dos obras. Con motivo del Año de la Misericordia estoy releyendo Porque tuve hambre y no me disteis de comer que lleva el sutbítulo de "Las obras de misericordia, una exigencia actual". Lo recomiendo vivamente por su rabiosa actualidad, por lo bien escrito que está, porque tiene la virtud de provocar, de examinarte, de lanzarte a la acción...porque bebe en el Evangelio de la misericordia y nos comparte lo mejor de las enseñanzas de los santos padres, del Vaticano II, de San Juan Pablo II. Siempre con el calor del hombre de la calle, la fidelidad del hombre de Iglesia, la responsabilidad del apóstol. Se adelanta al talante del Papa Francisco cuando formula "nuevas obras de misericordia": ser sal de la tierra y luz del mundo, poner alegría en nuestro trabajo cristianizaidor, lavar la hosquedad, saber que hay variedad suficiente de ministrios, obras y diaconías en la Iglesia, para que "yo encuentre mi obra de misericordia...busque, comprométase" (p. 350) Les comparto su última hoja: "Infinitas miserias. Infinitas obras de misericordia. Buen ejercio éste de enumerar más y más, todas nuevas, como un examen parcial de conciencia, preparpación del final, definitivo, que será sobre este único tema. Hay que acabar ya. ¿Quiere ustede, como remat otros ejemplos de los que podrá luego, as solas, derivar otros muchos? - Una obra de misericordia fácil: Leer la página dominical de Cáritas - Una obra de misericordia audaz: ¿Recuerda aquella afirmación del Concilio: quien se halle en situción extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí? Pues ayude a que el derecho se convierta en realidad. ¡Ya está bien seguir predicando a los miserables sus derechos! - Una obra de misericordia necesaria: AQumentar el número de misericordiosos - Una obra de misericordia para bien entenerla: Tener misericordia de sí mismo (no para el automimo, sino para saber ser misericdioso; en pocos lugares puedo ver tan patente la miseria humana). Y, por último: - La gran obra de misericordia: Llevar a Dios a quien no lo ve. La mayor part de las veces porque tiene equivocada la manera de buscarle (p.351) | |
SANTO TORIBIO MOGROVEJO EN LA CATEDRAL DE BARILOCHE (Argentina)
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Exequiel Bustillo promocionó una Comisión de Damas, que, presidida por la
señora Isabel Nevares de Ortiz Basualdo - hermana del obispo Jaime de
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