85 años después de la inauguración primera del Palacio Arzobispal
Todavía puede leerse la placa conmemorativa de bronce: “El Perú a su Iglesia. Quedó concluido y entregado este palacio por su presidente, el Sr.Augusto B. Leguía al Ilmo. Arzobispo Mons. Emilio Lissón, el día de la Purísima del año 1924, como símbolo de armonía entre la Iglesia y el Estado”.
La fachada fue levantada con piedra traquita. Los dos balcones coloniales de madera de cedro fueron confeccionados por los señores Sanguinetti y Dasso.
El edificio consta de tres pisos. Al entrar en el atrio, destaca la monumental escalinata de cemento con vistosa baranda. El pasadizo fue adornado con azulejos semejantes a los de los conventos de San Francisco o Santo Domingo.
En el patio, cubierto por un vistoso vitral, es digna de mención otra gran escalinata de mármol de Carrara, idéntico material al del piso del patio. Contiene, además, bellas galerías, especialmente en el segundo piso que está cubierto por tallados techos coloniales de cedro. Otros adornos del patio son las balaustradas y las columnas de cedro.
De acuerdo con la crónica publicada en El Amigo del Clero de 15 de diciembre de 1924 (Nns.1072-73), el primer piso estaba destinado a oficinas de administración, el segundo al Sr. Arzobispo, sala de visitas, escritorio, salón de recepciones, habitaciones para huéspedes distinguidos, comedor y capilla; el tercero estaba dedicado a los colaboradores y ayudantes del Prelado.
El segundo y tercer piso se unen por una gran escalera de cedro. Al fondo del edificio se ubica la Sala Sinodal adornada con hermosa cubierta colonial y un gran zócalo con motivos religiosos. Todo el Palacio se comunica con la Basílica Catedral por una gran arquería.
Las puertas del edificio, de cedro, talladas con gracia y donaire, responden a la estética del conjunto.
La obra fue dirigida por los Hermanos Enrique y Mariano Mogrovejo, quienes la acometieron en menos de cinco meses, exactamente, en 108 días.
El Presidente Leguía, en el discurso pronunciado con motivo de la inauguración, lamentó el que Lima “prestigiada por sus tradiciones religiosas mantuviera en ruinas el Palacio que en todo tiempo debe hacer las veces de un altar, la cual converjan las miradas de los que buscan el consuelo de una esperanza o se elevan las manos de los que imploran una caridad”. Al entregar el Palacio restaurado desea que vuelva a “ser el templo donde dieron tantos ejemplos de virtud y piedad vuestros nobles predecesores en la silla de Santo Toribio”.
Por su parte, Mons. Emilio Lissón, a la sazón arzobispo de Lima, al tiempo que agradece el gesto, recuerda a sus antepasados:” La nación peruana, que ha glorificado en el mármol y en el bronce a sus héroes, no podía olvidar a sus Arzobispos [...]Y no podía ser de otro modo; de este lugar han partido por 300 años los rayos de luz y de calor divinos que civilizaron al Perú y gran parte de la América [...] La acción destructora del tiempo hizo luego inhabitable este recinto, y mis venerables predecesores [...]Manuel Tovar y Pedro M. García y Naranjo, juntaron a los envidiables méritos de su santo y memorable apostolado, la gloria de haber iniciado con el auxilio de los representantes del Gobierno la obra grandiosa de reconstrucción”.
Cardenal Cipriani inaugura Museo Palacio Arzobispal de Lima el 13 de enero. http://www.arzobispadodelima.org/notas/2010/enero/140110a.html
“Iniciamos un proyecto cultural y religioso. En estas pinturas e imágenes se plasma toda una realidad: huellas que quedan en el alma”, mencionó el Cardenal Juan Luis Cipriani durante la inauguración del Museo Palacio Arzobispal de Lima, centro cultural católico destinado a albergar y promover la cultura, el arte religioso y la fe.
El Arzobispo de Lima destacó que en el Museo Palacio Arzobispal de Lima se observa el inseparable vínculo del patrimonio artístico religioso con la identidad cultural peruana. “Vemos cómo se expresa de una manera luminosa y bella la grandeza de la fe de nuestros antepasados, cuando el arte era el vehículo de la fe. Deseamos que este lugar permita a miles de visitantes apreciar la fe”, comentó. En tal sentido, el Pastor de Lima recordó que estas iniciativas se plantean con la intención de recuperar la profundidad y aprecio del arte que define a la persona humana y la fe que profesa. “Este museo quiere revitalizar el ser mismo de nuestra fe y presentarla a la generación actual para su contemplación y aprendizaje. Es un desafío en nuestra mente y corazón”, señaló. Asimismo, recordó que este centro cultural católico servirá para la realización de seminarios, presentación de obras y publicaciones que vayan marcando la vida y acogida de esta sede cultural de la Arquidiócesis de Lima.
Participaron de la ceremonia el Presidente de la República, Dr. Alan García Pérez; el canciller de la República, José Antonio García Belaunde; el Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Bruno Musarò; los congresistas Jorge Del Castillo y Luis González Posada; la Fiscal de la Nación, Dra. Gladys Echaiz, y diversos diplomáticos acreditados en el país, quienes recorrieron las salas del museo. También estuvieron presentes los tres Obispos Auxiliares de Lima, Mons. Guillermo Abanto, Mons. Raúl Chau y Mons. Adriano Tomasi; así como el Deán del Cabildo Metropolitano de Lima, Mons. Octavio Casaverde, y el Canciller del Arzobispado de Lima, Mons. Alberto Maraví.
Joya arquitectónica Por su parte, el director del Museo Palacio Arzobispal, José Alberto Christiansen, recordó que la Iglesia de Lima ofrece al Perú una joya arquitectónica que guarda celosamente una gran belleza cultural de varios siglos. “Las pinturas y esculturas que se pueden apreciar se han hecho con un fin doctrinal y catequético y hoy se exponen con el objetivo de alegrar a Dios y alimentar nuestra fe”, mencionó.
Centro cultural católico Como se recuerda el Museo Palacio Arzobispal se encuentra ubicado en la Plaza Mayor de Lima y se remozó durante el 2009. Cuenta con tres niveles para acoger exposiciones y muestras de arte. El primer nivel está destinado a exposiciones temporales que promuevan la fe a través del arte y la cultura. En esta primera se ofrece una muestra dedicada a la Santísima Virgen, “María, mater dei”, que recoge obras de arte del siglo XVI, XVII y XVIII. En el segundo nivel, que conserva la decoración antigua del Palacio Arzobispal, se tiene una amplia colección de retratos de los Obispos de Lima, así como muebles, pinturas y piezas de decoración de diversas épocas, que datan desde la fundación de Lima. En tanto, en el tercer nivel del edificio se conserva la parte del archivo de la Catedral, el área de investigación y los talleres de restauración menor de la arquidiócesis.
El museo abrirá sus puertas al público en general de lunes a sábado de 8.30 a.m. hasta las 5 p.m. Para mayor información puede comunicarse al teléfono 427-5790 o al telefax 427-6463. También puede escribir al correo electrónico: info@palacioarzobispaldelima.com