miércoles, 31 de octubre de 2012

PROGRAMACIÓN PAX



Hola Amigos, le envío la programación de esta semana y les recuerdo que nos
toca estar en cable mágico, sólo hasta el miércoles 31, en horario de 5 a
11 pm. Apartir de noviembre nos toca en horario de 7 am a 1 pm

Este miércoles a las 8 pm estaremos con Julie Freundt en  el programa *El
Puente*. Entren al Facebook de Pax y estaremos comunicados.
Luego a las 9 pm no se pierdan una nueva película que se llama " EL PAPA
BUENO" que es extraordinaria, con música de Ennio Morricone. Es sobre la
vida de Juan XXIII,. Es una buena forma de terminar este mes ya que
iniciamos el Año de la Fe y recordamos el Concilio Vaticano II. La película
dura 3 horas y no se la pueden perder este miércoles a las 9 pm. Ese día
estaremos en cable mágico hasta que termine la película
Hoy martes a las 9 pm pasaremos la procesión del Sr. de los Milagros del 28
de Octubre.

*Les recuerdo que Pax Televisión esta:*


   1. *en cable mágico de 5 pm  a 11 pm canal 57 *
   2. *en cable mágico evolución **de  ** 5 pm  a 11 pm cana** 570 *
   3. *en UHF las 24 horas del día en canal 17*

*Apartir del jueves 1 de noviembre  estamos en:
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   1. *en cable mágico de 7 am  a 1pm canal 57 *
   2. *en cable mágico evolución **de  7 am  a 1pm** canal 570 *
   3. *en UHF las 24 horas del día en canal 17*
   4. *Por http://www.paxtv.org/ la 24 horas del día*
   5. *Una novedad: estamos en FACEBOOK. Pueden dejar sus comentarios y
   marcar me gusta.
   *
   6. *Entren a http://www.facebook.com/paxtvpaginaoficial
   *
   7. Favor enviar a los amigos. Inviten a todos a ver Pax Televisión.
   Quizas el Señor se pueda valer de una película, una canción, un mensaje y
   así tocar el corazón de alguien que a lo mejor pasa por un momento difícil.




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*Ropa Laboral, Uniformes para instituciones, hoteles, hospitales, objetos
promocionales, regalos, eventos.**
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martes, 30 de octubre de 2012

Atrio Paulino: Viernes, 2 de noviembre, 6:00 pm. SAN FRANCISCO DE ASÍS, MEDIEVAL Y ACTUAL

Atrio Paulino: Viernes, 2 de noviembre, 6:00 pm.

Presentación del libro SAN FRANCISCO DE ASÍS, MEDIEVAL Y ACTUAL, de Florina Nicolae, Embajadora de Rumanía en Perú

Comentará la Dra. Cristina Flórez, catedrática de Historia Medieval de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Hablará la Autora

Presenta: José Antonio Benito

Librería de San Isidro, ubicada en la Av. Victor Andrés Belaúnde 121 - 129  (frente de la Iglesia Virgen del Pilar). La entrada es libre.

Confirmar su asistencia al correo libreriasisidro@paulinas.org.pe o al teléfono: 222-2831.

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domingo, 28 de octubre de 2012

Convivencia religiosa y democracia en la Iglesia. P. Carlos Rosell De Almeida

Encuentro con el Islam en el marco de la "III Cumbre América del Sur - Países Árabes - ASPA 2012" "El lenguaje de las aves: Diálogo interreligioso y la Alianza de las Civilizaciones". Del 18 al 21 de Septiembre de 2012, B

Con motivo de la Cumbre ASPA 2012, los peruanos tuvimos la oportunidad de conocer la gran riqueza que ha aportado la cultura del Islam a la humanidad. Para ello, la Biblioteca Nacional del Perú, convocó a los  países integrantes del Foro de las Alianzas de las Civilizaciones, en los que el Islam sigue siendo una fuerza de renovación cultural y espiritual para que los ciudadanos en general tengan la  oportunidad de acercarse a otra manera de entender el mundo.

 El pensamiento islámico, contrastado con el cristianismo y el judaísmo fue el puente para conocer algunas de las expresiones culturales y/o religiosas más bellas y profundas del Islam.

El título de este encuentro parte de una cita del Corán (XXVII,15)en la que se lee: "..y Salomón fue el heredero de David y dijo: ¡oh, hombres!, hemos sido instruidos en el lenguaje de los pájaros y colmados de todo bien.." una figura simbólica que alude a un conocimiento universal sagrado destinado para todos los hombres.

Este encuentro con el Islam, vía un diálogo interreligioso, se llevó a cabo en la  Biblioteca Nacional de Lima: Av. De la Poesía 160, San Borja.

El martes tuvo lugar la Mesa redonda de las tres religiones monoteístas con el tema "Convivencia religiosa y democracia" por parte de tres representantes.

La perspectiva del Islamismo estuvo a cargo del Imam Ahmed Mohammed Mahmoud Aly, de la Asociación Islámica del Perú enviado por el Ministerio de Hacienda y Misiones de la República Árabe de Egipto, auspiciada por la Embajada del Estado de Palestina en el Perú

La visión del Judaísmo estuvo a cargo del Rabino Guillermo Bronstein, Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall T. Meyer de Buenos Aires. Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires.

La perspectiva del Cristianismo estuvo a cargo del Padre Carlos Rosell De Almeida, quien generosa y amablemente me ha enviado su texto completo. Mil gracias. Rector del Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo (Lima). Director de Estudios Teológicos de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima. Vicario episcopal del Clero. Miembro del equipo de redacción de la Revista Teológica Limense. Ingeniero Civil (UNI 1993). Dr en Sagrada Teología (Universidad de Navarra 2007).

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Convivencia religiosa y democracia

P. Carlos Rosell De Almeida

In corde Mariae

En primer lugar, agradezco la invitación que me hicieron llegar para participar en esta mesa redonda. Al mismo tiempo, expreso de todo corazón mi alegría por compartir esta mesa con el Rabino Guillermo Bronstein y el Imán Ahmed Mohammed Mahmoud Aly. Como sacerdote de Cristo, príncipe de la paz (cf. Ef. 2, 14) me siento contento de compartir con ustedes este tema que es de gran importancia para poder vivir aquello que todos nosotros, independientemente de nuestro credo, queremos y aspiramos, y es "vivir en paz".

La paz es un anhelo de toda la humanidad. Y la paz es "don de Dios". El Papa Juan XXII decía en su Encíclica Pacem in terris que "la paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse, si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios"  (Juan XXIII, Pacem in terris n.1)

Quisiera exponer este tema "Convivencia religiosa y democracia" en dos partes. En primer lugar, señalaré de una manera sucinta la valoración de la democracia en la doctrina de la Iglesia. Luego, como segundo punto, indicaré unas bases para una convivencia religiosa en democracia.

1. Valoración de la democracia en la Doctrina de la Iglesia.

El hombre es por su propia naturaleza un ser social, pues necesitamos de los demás. Nadie puede vivir solo. Ahora bien, la sociedad que es el "conjunto de personas humanas", o mejor dicho "la comunión de personas" requiere una "autoridad". "Una sociedad bien ordenada y fecunda requiere gobernantes investidos de legítima autoridad, que defiendan las instituciones y consagren en la medida suficiente, su actividad y sus desvelos al provecho común del país" (Juan XXIII, Pacem in terris, n.46) 

¿De dónde viene en último término la autoridad? La Iglesia enseña que toda autoridad viene de Dios (cfr. Rm 13, 1-6). Pero no en el sentido que Dios elige un presidente o un gobernante -Dios no se equivoca-. Debe entenderse en el sentido, ya indicado, de que el hombre ha sido creado por Dios como "ser social", y toda sociedad necesita alguien que la ordene. Y en la naturaleza humana se encuentra la capacidad de "ordenar" dado que somos seres racionales. El poder de una autoridad concreta para que sea verdadero debe ser participación del poder de Dios que es sobre todo amor.

San Juan Crisóstomo señala: "¿Qué dices? ¿Acaso todo gobernante ha sido establecido por Dios? No digo esto, no hablo de cada uno de los que mandan, sino de la autoridad misma. Porque el que existan las autoridades, y haya gobernantes y súbditos, y todo suceda sin obedecer a un azar completamente fortuito, digo que es obra de la sabiduría divina" (San Juan Crisóstomo, In Epist. Ad Rom, c.13, I-2, Hom. 23: MG 60, 615)

Conviene preguntarnos ¿Cuál es la principal misión de una autoridad? La autoridad está para "servir" a la comunidad de personas. Por ello, quienes detentan el poder de regir una sociedad tiene la obligación de servir a cada una de las personas de dicha sociedad. La autoridad consiste en la facultad de mandar según "la recta razón".

Ahora bien, toda autoridad, debe de tener en cuenta siempre "la centralidad de la persona humana". En efecto, todas las instituciones, organismos y autoridades que existen en una sociedad deben de velar por el profundo respeto a la persona humana. En definitiva, la doctrina social de la Iglesia nos habla del bien común. Es decir, el conjunto de condiciones que hacen posible una vida plenamente humana. Nos dice la Gaudium et spes: "Es preciso que todo lo que el hombre necesite para llevar una vida dignamente humana se le haga asequible, como son: el alimento, el vestido, la habitación, el derecho de fundar una familia, el derecho a la educación, el trabajo.. y una justa libertad incluso en el campo religioso" (Constitución Gaudium et spes n.26)

La democracia en cuanto sistema de gobierno es una forma de autoridad, y es una modalidad "legítima".  Decía Juan XXIII que "el hecho que la autoridad provenga de Dios no debe en modo alguno deducirse que los hombres no tengan derecho a elegir los gobernantes de la nación, establecer la forma de gobierno y determinar los procedimientos y los límites en el ejercicio de la autoridad" (Juan XXIII, Pacem in terris, n.52)

La democracia como forma de gobierno en el que sale elegido aquel por quién vota la mayoría, hace posible la participación libre, y responsable de los ciudadanos. Esto es un valor a destacar. "La Iglesia aprecia el sistema de la democracia en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica" (Juan Pablo II, Centesimus annus n.46)

2. Bases para una "convivencia religiosa" en democracia.

La democracia "sin más", sujeta a los vaivenes de las ideologías no es garantía de respeto a la persona humana. Una deformación de la democracia es "la dictadura de las mayorías". Nos decía el Beato Juan Pablo II que "una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho sobre la base de una recta concepción de la persona humana" (Juan Pablo II, Centesimus annus, n.46)

Esto implica que partamos de una ética apoyada en la ley natural. Pero ¿qué es la ley natural? Son todas las exigencias que brotan de la naturaleza humana que es racional. Cada ser humano, cada persona humana, posee un valor sagrado y tiene unas exigencias irrenunciables.

Quisiera remarcar tres exigencias que he llamado "sagradas", porque están íntimamente unidas al hecho de que la persona humana es "imagen" de Dios. Estas tres exigencias me permiten señalar una "base" común entre las confesiones religiosas que hacen viable la "convivencia religiosa".

(1) El valor sagrado de la vida humana.

El primer derecho de la persona humana es el derecho a la vida. En Gn 1, 26-28 se nos indica que el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios. De toda la creación visible, el hombre es lo más importante. Por ello, el ecologismo no puede perder de vista la centralidad del hombre en el mundo visible.

La vida humana no está sometida a la democracia, ni a las mayorías, debemos de defender el valor intrínseco de cada vida humana. En este sentido, es importante unir fuerzas para velar por la vida del concebido no nacido. Una sociedad que no respeta la vida humana desde el primer momento de su concepción, es una sociedad donde ya no se puede hablar de "convivencia pacífica". ¿Acaso podemos hablar de convivencia pacífica cuando se asesinan impunemente personas humanas en el mismo vientre de sus madres?

Además, el respeto a la vida lleva a preocuparnos por una sociedad más justa y solidaria. La justicia es un atributo del Dios cristiano, de Yahvé, y de  Ala. Todos estamos involucrados en forjar una sociedad donde cada vida humana sea respetada y no carezca de lo imprescindible para vivir dignamente.  Quienes estamos aquí, estoy seguro, estamos convencidos de la importancia de forjar una sociedad donde vivamos la fraternidad.

Creer en el único Dios, nos dice el CEC, lleva a reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres (cfr. CEC n. 225). Formamos parte de la "familia humana". Pero, no puede haber familia sin el respeto a la vida humana, a toda vida sin importancia de razas, credos o clases sociales. La Madre Teresa de Calcuta decía que ella no ayudaba sólo a los católicos, sino a todos, porque para el único Dios que existe todos somos iguales.   

(2) El valor sagrado de la familia.

La familia es una institución fundamental para señalar la convivencia pacífica. Es en la familia donde crecemos, maduramos, adquirimos valores y recibimos nuestras creencias religiosas. Por ello, es fundamental que, sea cual sea el credo religioso, cuidemos el valor sagrado de la familia que se constituye sobre el matrimonio, el cual es siempre entre un varón y una mujer. La familia, nos dice la Iglesia, es "santuario de vida y de fe".  

La convivencia pacífica pasa por la familia. Si en las familias no hay paz, difícilmente habrá paz en la sociedad dado que como sabemos la familia es la célula básica de la sociedad. El respeto hacia los demás debe de forjarse en la familia. Por ello, es de vital importancia que los padres de familia eduquen a sus hijos sobre el fundamento de las virtudes. Una comunidad donde no se vive el respeto es porque en esa comunidad la misma familia no está forjando el respeto entre sus miembros.

(3) El valor sagrado de la libertad religiosa

El tercer punto que es importante señalar aquí es la "libertad religiosa". Es uno de los derechos fundamentales del hombre. El hombre es un ser religioso. Religión viene de re-ligare, en efecto, gracias a la religión el hombre vuelve a unirse con Dios. La persona humana es un ser abierto a Dios. Está en nuestra naturaleza esa apertura a la felicidad infinita que para nosotros sólo es posible en la comunión con el Ser supremo. El hombre es capax infiniti. Martin Buber, filósofo judío a quien admiro, decía que "el Tú fundamental del hombre es Dios" (M. Buber, Yo y tú).

Es importante reconocer el valor de la religión. No es una alienación. Es trascender a lo que nos supera porque ese mismo impulso está en nuestro corazón. Dado que el hombre es un ser religioso, profesa un determinado credo, y toda autoridad debe de velar para que se salvaguarde ese derecho.

La Iglesia reconoce lo de verdadero, santo y bello que existe en las religiones. Nos dice el documento Nostra aetate –el cual habla de la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas- que la Iglesia católica no rechaza nada de lo que hay de santo y verdadero en otros credos. "Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña no pocas veces reflejan un destello de aquella verdad que ilumina a todos los hombres" (Declaración Nostra Aetate n.2)

La Iglesia abre sus brazos a las grandes religiones de la humanidad. A los judíos, hermanos mayores en la fe. "La Iglesia reconoce que los comienzo de su fe y de su elección se encuentran ya en los patriarcas, en Moisés y en los profetas, conforme al misterio salvífico de Dios" (Ibid., n.4). Valoramos la fe de los  musulmanes. "La Iglesia mira con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios viviente y subsistente, misericordioso y omnipotente, Creador del Cielo y de la tierra" (Ibid., n.3).

La libertad religiosa es garantía de paz, pues en las religiones hay un anhelo de paz, quienes deforman la religión son "los fundamentalistas". El Santo Padre ha estado hace algunos días en Líbano. Ahí ha señalado que "el fundamentalismo es siempre una falsificación de la religión y va contra el sentido de la religión, que, en cambio, invita a difundir la paz de Dios en el mundo. Por tanto, el compromiso de la Iglesia y de las religiones es aquel de cumplir una purificación de estas tentaciones, iluminar las conciencias y hacer de tal manera que cada uno tenga una imagen clara de Dios. Debemos respetarnos unos a los otros. Cada uno es imagen de Dios y debemos respetarnos recíprocamente. El mensaje fundamental de la religión debe estar contra la violencia, que es una falsificación como el fundamentalismo, debe ser la educación, la iluminación y la purificación de las conciencias, para favorecer el diálogo, la reconciliación y la paz" (Benedicto XVI, 14. 09. 2012).


Síntesis

Para concluir con mi modesta intervención quiero fijar a manera de síntesis tres ideas:

(1) El hombre por su misma naturaleza vive en sociedad y requiere una autoridad. En ese sentido, la autoridad es necesaria. Una legítima autoridad es la que viene por la vida de la democracia. Se trata de una forma de ejercer la autoridad.

(2) La democracia, como cualquier forma de gobierno, no es sin más neutra; para que sirva al hombre debe respetar la dignidad de la persona humana. Cada persona humana es única, insustituible, es "imagen" y "semejanza" de Dios.

(3) Tres pilares que forjan una convivencia religiosa en paz son: la vida humana, la familia, y la libertad religiosa. Las tres se reclaman mutuamente. Hay una mutua relación. Respetar la vida que es sagrada es el primer paso para hablar de convivencia; respetar la naturaleza de la familia como santuario de vida y de fe es fundamental para poder hablar de personas con valores. Y la libertad de profesar el propio credo garantiza la naturaleza religiosa de cada ser humano. Concluyo mi intervención invitando a todos a defender estas tres realidades sagradas –vida, familia y libertad religiosa- que se fundamentan en nuestra relación con el Dios vivo y verdadero.

Que el Señor los bendiga. Gracias. 

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EL GOZO DE COMPARTIR. FÚTBOL, GALLETAS, REFRESCO Y ALGO MÁS. Tarde de domingo en el Puericultorio Pérez Araníbar

- ¿Y Vicente? Me preguntó con gozo e inquietud el pequeño Diego nada más vernos llegar al Puericultorio Pérez Araníbar.

A nuestro pequeño gran amigo lo que le interesa realmente es saber que un joven veterano sonriente, "alias" Vicente, puede volver porque hubo un encuentro y sabe que es su amigo.


Esta tarde de domingo 28 de octubre, para los 4 alumnos de la Universidad Inca Garcilaso y para los 8 militantes de Santa María se ha dado nuevamente el milagro del encuentro. Con un nuevo partido, en el que nuevamente hemos perdido (¡hemos ganado AMIGOS!) y nos vimos obligados a "equilibrar" los equipos porque estos niños y jóvenes corren más que como ángeles, arcángeles, querubines…tronos, dominaciones… Mientras tanto los más pequeños jugaron con las señoritas y una profesora que nos acompañó.

Al final del partido, hubo galletas y refresco para todos. Claro que no es tan fácil que haya justicia distributiva y que llegue por igual de acuerdo a su necesidad, pero quedaron satisfechos y contentos. Sobre la marcha, improvisamos un concurso sobre el Señor de los Milagros y la verdad que selo sabían casi todo, por lo que la breve catequesis dio un estupendo resultado que culminó cantando todos juntos el himno y repartiéndoles a los más de 20 peques una postal-recuerdo del Señor.

Hemos pasado tres horas de 2.30 a 5.30 p.m. y parece que nos conocemos de toda la vida.

-          ¿Cuándo vuelven? 

Era la despedida de casi todos.

Pues sí, volveremos, con nuevos amigos y con nuevos proyectos. Quien experimenta el milagro de la gratuidad, de dar tu tiempo …¡por una sonrisa, una mirada de paz! La verdad es que no puede pedir más. 

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UN MADRUGÓN FAMILIAR POR EL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Víspera de la gran procesión del 28 de octubre. Son las 5 de la mañana y todo está claro, ¡arriba! Un chapuzón, un ligero desayuno y ¡a caminar! Con el corazón puesto en el Señor de los Milagros –el del Muro de Pachacamilla, el Cristo de las Maravillas que sale por las calles-  comienzo a caminar desde mi casa en Pueblo Libre, en unión de otros cinco peregrinos -casi nada en comparación con los dos millones y medio de la procesión…¡Qué insignificancia! pueden pensar algunos. ¡Qué audacia! pueden pensar otros. Lo cierto es que habría ido solo y a pie como San Ignacio. Que vienen 5 más, ¡bienvenidos!, 50, 500, 5.000… pero todo comenzó con uno. Primera lección, "se hace camino al andar". Segunda, lo importante no es salir, sino llegar… y en hora y media de caminata lo hicimos. Tres universitarios y una familia como la de Nazaret (tres) y Micaela, bebe de 9 meses que iba feliz en su carricoche y que ya tiene dos peregrinaciones al Señor de los Milagros en su haber, la primera antes de nacer, la segunda en el cochecito, ¡vaya currículum!

Pues comenzamos meditando el sentido de la peregrinación, dejar todo por Cristo, ligeros de equipaje, en unión y con la idea clara de llegar a la Meta. La primera canción: ¡Ven con nosotros a caminar, Santa María ven! Y luego, desgranando las cuentas del rosario por la calle, Av. Sucre, Plaza la Bandera, Tingo María, Colonial, Plaza Castilla, iglesia de San Sebastián, Av. Tacna…Canciones, ofrecimientos, plegarias…en medio del ruido de los carros, a medida que la ciudad iba despertando…Un rosario en el que cabía todo el planeta pues cada misterio iba ofrecido por cada continente, pero sin olvidar los sucesos de la Parada, los jóvenes, las familias, los ancianos, los niños…

Y, por fin, la alegría del Encuentro con el Señor. Clavar la mirada en la suya, sintonizar los corazones, celebrar la Santa Misa con todos los militantes y sus familias, la gran familia eclesial. Saborear la homilía catequética del P. Juan Álvarez en la que nos recordó el tesoro de nuestra fe en este Año tan especial. El gozo de estar a unos metros del Anda del Señor, cara a cara con el Cristo Moreno, el amado de millones de peruanos, el que reparte milagros sin par a cada instante…

Y, al final, de la Misa a la mesa con el turrón de doña Peña , compartido con 33 –como la edad de Cristo- amigos de Lima Norte y de Lima Sur, de Chosica y del Callao. Una acción de gracias por estar de nuevo, por ser más y querer ser mejores. Comprometidos para ser laicos en marcha, luces en la noche, puertas para la fe en este Año jubilar. Y ya quedamos embarcados para la fiesta de la Inmaculada, la Vigilia, en esa víspera de amor del 7 de diciembre. Gracias, Madre, gracias Jesús. Todos a una, por Cristo, por la Virgen, por Perú, más, más y más. 

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El Concilio Vaticano II. 50 años después. Memoria y desafío (Paulinas, Lima, 2012, 190 pp)

Amigos:

Acaban de entregarme un precioso regalo en la fiesta del Señor de los Milagros, el libro que me pidió PAULINAS sobre el Vaticano II. Les adelanto las palabras de presentación de + Lino Panizza Richero, Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana. La foto que les comparto es la celebración de la misa en la capilla del obispado de Carabayllo

El libro se puede conseguir en la Feria del Libro y en todas las librerías de PAULINAS


BENITO, José Antonio El Concilio Vaticano II. 50 años después. Memoria y desafío (Paulinas, Lima, 2012, 190 pp)


PRESENTACIÓN

Cuando el Cardenal Landázuri, nada más llegar del Concilio a Perú, anunció en octubre de 1966 “La Gran Misión Conciliar de Lima”, el objetivo estaba muy claro: “poner nuestra vida religiosa, tanto personal como social, al ritmo del Concilio Vaticano II”. Era el empeño del Pastor. Que el Concilio llegase a Lima entera “en toda su profundidad, hermosura y grandeza”. Su triple objetivo era: renovar la conciencia cristiana, vigorizar la vida sacramental e implantar un plan pastoral de conjunto.

Bien pronto, todos mis predecesores, reunidos de modo extraordinario con este motivo,   en el mes de agosto de 1966 escribían en su Declaración pastoral del episcopado peruano:

El Concilio Vaticano II ha surgido en nuestra generación como un faro potente que ha de iluminar toda la vida del cristiano. Maravilloso don de Dios a su Iglesia y al mundo de hoy en trance de profundos cambios de todo orden; será el punto de referencia obligado para orientas conciencias e impulsar la acción. Por eso nuestra primera recomendación es, que nos esforcemos un conocimiento lo más completo posible de sus enseñanzas, hasta familiarizarlos con los criterios que ha establecido en forma tan serena ya  a la vez clara y vital sobre todos los problemas fundamentales del hombre, temporales y eternos.

 

Ha pasado medio siglo. ¿Cuánto de esto hemos logrado?  El Papa Benedicto XVI nos brinda una gran oportunidad para responder a la gran pregunta:  El Año de la Fe. Un tiempo para agradecer y celebrar, para orar y para actuar.

Para preparar este jubileo han llegado a las Conferencias Episcopales varios requerimientos sobre la incidencia del Concilio Vaticano II en cada diócesis, entre los obispos. Siento decir que en Perú –posiblemente en toda América Latina y el Caribe- nos encontramos en deuda. Falta poner al día los archivos diocesanos, las bibliotecas religiosas, recabar testimonios  de quienes participaron, buscar pastorales, posibles diarios… En este sentido  me complace saludar la presente obra del profesor José Antonio Benito como un intento de acercar el Concilio al gran público, facilitando un mayor conocimiento y, sobre todo, un renovado espíritu que nos lleve a poner por obra tan magnífico magisterio.

Para mí el regalo del Concilio fue mi profesión solemne como franciscano capuchino en 1965. Podría decirse que soy un fraile y un sacerdote del Concilio. Soy testigo de multitud de gracias derivadas del Concilio: renovación personal, trabajo en equipo, acompañar y dinamizar grupos juveniles y familiares, acercarse a los más necesitados, apostar por la familia, por la educación, por la Doctrina Social de la Iglesia… en los talleres de oración y vida, cursillos de cristiandad, Encuentros de Promoción Juvenil (EPJ), encuentros matrimoniales, la nueva imagen de parroquia…Para mí el Concilio en buena medida ha sido ver al Beato Juan Pablo II, protagonista y ejecutor del Concilio. Me quedo con su gran humanidad; en la medida en que uno es hombre de Dios es hombre de los hombres… encuentros de jóvenes EPJ, con los encuentros de Promoción Juvenil.

Pienso que el Concilio nos da la oportunidad de que la Iglesia, en comunión y en misión, sea haga transparente a Cristo, luz de las gentes, en todos los rincones del planeta. En mi capillita, cuando termino la Misa, me gusta rezar con San Francisco de Asís: “¡Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos aquí y en todas las iglesias del  mundo pues por tu santa cruz redimiste al mundo!”. ¡Qué bello sería hacerlo realidad en todas las personas, en todas las culturas, en todos los continentes! Así, vendrían la paz y reconciliación como apetecía el Beato Juan XXIII, el diálogo y el progreso integral querido por Pablo VI, la sencillez y el gozo de Juan Pablo I, la falta de temor y la audacia santa en la nueva evangelización del Beato Juan Pablo II, la pasión por la verdad y caridad de Benedicto XVI.

Es lo que pido de corazón a Santa María, Madre de la Iglesia, puerta de la fe, discípula y misionera. Y lo pido, teniendo presente especialmente a los jóvenes, a los  que se dirigieron los padres conciliares con estimulantes palabras:

“Jóvenes, la Iglesia os mira con confianza y amor. Rica en un largo pasado, siempre vivo en ella, y marchando hacia la perfección humana en el tiempo y hacia los objetivos últimos de la historia y de la vida, es la verdadera juventud del mundo. Posee lo que hace la fuerza y el encanto de la juventud: la facultad de alegrarse con lo que comienza, de darse sin recompensa, de renovarse y de partir de nuevo para nuevas conquistas. Miradla y veréis en ella el rostro de Cristo, el héroe verdadero, humilde y sabio, el Profeta de la verdad y del amor, el compañero y amigo de los jóvenes”.

De este modo, -como recuerda el Papa Benedicto XVI-  «La puerta de la fe», que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Nos toca a nosotros estar a tono con el gran momento, este kairós eclesial, que representa el Año de la Fe, el jubileo con motivo de los 50 años del Concilio Vaticano II.  El Santo Padre nos brinda los medios: Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. El Pontífice nos exhorta y anima: Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Necesitamos experimentar la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo.

+ Lino Panizza Richero

Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana

EL CONCILIO VATICANO II, 50 AÑOS DESPUÉS

Memoria y desafío

José Antonio Benito Rodríguez

Lima 2012

SUMARIO

MENSAJE DE LOS PADRES CONCILIARES A TODOS LOS HOMBRES

INTRODUCCIÓN: “EL CONCILIO, VERDADERA PROFECÍA”

I.  VEINTE CONCILIOS ECUMÉNICOS

II. CONTEXTO Y ANTECEDENTES

1.      Claves filosóficas

2.       Mundo teológico

3.      Pío XII: Pilar y fundamento (1939‑1958)

 

III. SÍNTESIS DEL CONCILIO

1.      La feliz inspiración

2.      El Papa Juan XXII lanza la buena nueva  

3.      El Concilio ha comenzado

4.      Con la oración de San Isidoro de Sevilla: “Adsumus” (Henos aquí)

5.      Momento estelar

6.      Sesiones y etapas

7.      Dinámica de organización y funcionamiento

8.      La mujer también estuvo presente

IV.             PAPAS PROTAGONISTAS. EL CONCILIO DE JUAN Y PABLO

1.      Beato Juan XXIII (1881-1963). Convocatoria y puesta en marcha

2.      Pablo VI. Continuidad y culminación

V.                DOCE PALABRAS CLAVES

VI.             EL “ESPÍRITU” DEL CONCILIO

Una nueva conciencia de la Iglesia

Escuchar la Palabra, interpretar los “signos de los tiempos”

Aggiornamiento y renovación desde arriba

Simpatía inmensa

Diálogo con el mundo

Iglesia de todos, Iglesia de los pobres

VII.          DOCUMENTOS. Constituciones, Decretos, Declaraciones, Mensajes

Cuatro Constituciones

Los Nueve Decretos

Las Tres Declaraciones

Los Siete Mensajes

VIII.       AMÉRICA PRESENTE. La delegación peruana.

El rol protagónico del Cardenal Landázuri.

IX.             APLICACIÓN. FRUTOS. DESAFÍOS

1.      Beato Juan Pablo II, forjador y ejecutor

2.      Benedicto XVI. Sus “razones” para convocar el concilio y otras tantas para asimilarlo y aplicarlo.

3.      Una lectura del postconcilio

4.      Repensando y evaluando el concilio. 25, 40, 50 años

X. MEDELLÍN, PENTECOSTÉS DEL VATICANO II EN AMÉRICA

1.      Frutos conciliares en Perú:

2.      Seminarios y Facultades

3.      Vocaciones “conciliares”

4.      P. Gustavo Gutiérrez, OP, y la Teología de la Liberación

5.      Ecos conciliares en la prensa limeña

6.      Primer Congreso Nacional de Pastoral post-conciliar

7.      Gran Misión de Lima

CONCLUSIÓN: El Concilio es nuestra brújula

BIBLIOGRAFÍA 

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Monseñor Pedro Hidalgo nos habla del SEÑOR DE LOS MILAGROS y LA PROCESIÓN MÁS GRANDE DEL MUNDO

Hoy, fiesta del Señor de los Milagros, me complace ofrecerles  la entrevista a Mons. P. Dr. Pedro Hidalgo Díaz (director espiritual de la hermandad del Señor de los Milagros), y que realizó mi alumno del curso de Licenciatura, BRUNO SPRIET, de la Universidad de Lovaina, el  29 de noviembre 2010.

La foto la he tomado de un programa EL PUENTE EN PAX http://www.paxtv.org/paxtv/programas/elpuente/?codcapitulo=650

 

Por fin, queremos estudiar brevemente una expresión concreta de religiosidad popular: la importancia del Señor de los Milagros en la Iglesia Limeña, Peruana Y mundial. No existe mejor manera de describir esta bella tradición que dejándola palabra A Mons. P. Dr. Pedro Hidalgo Díaz, rector de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, porque es el Director Espiritual de la Hermandad del Señor de los Milagros

 

¿Cómo describiría Usted su tarea como director espiritual de la hermandad?

"Mi tarea es que dentro de la hermandad les ayude a tener una experiencia espiritual cristiana. Una de las misiones es la ayuda en la formación de los nuevos hermanos. Hay un ciclo de catequesis que dura un par de meses, y hacemos un retiro en un fin de semana con ellos. Con los hermanos antiguos hay tres charlas al año, dividido por cuadrillas. Luego hay todas las semanas una misa celebrada el sábado a las 7 p.m. en Las Nazarenas. También doy consejo personal a los hermanos, a los que quieren. Ellos me buscan, para tocar un poco sus temas personales."

 

¿Cuántos hermanos hay?

Son cuatro mil ocho cientos setenta hermanos. Hay una relación mas personal con los directivos, porque no es posible conocerles personalmente a todos."

 

¿Cómo describiría Usted una hermandad?

"Una hermandad es un grupo de fieles que se reúnen, fundamentalmente para rendir un culto a alguna imagen. La procesión es la expresión más fuerte de su fe, pero también hacen otras cosas. Hay la misa cada semana, las charlas con las cuadrillas, y en navidad ayuden a los pobres. En el caso especifico del Señor de los milagros hay también un fondo para ayudarles cuando mueren."

 

¿Cómo describiría Usted la procesión del Señor de los Milagros?

"La procesión es una manifestación de fe que viene sobre todo de gente que se siente apoyada por el Señor. Esta gente que camina horas y horas detrás del la imagen del Señor, es gente que esta mostrando gratitud por algún favor recibido del Señor. La gente ha experimentado la compañía del Señor en su vida, y por tanto da una expresión de  gratitud. Esto es lo fundamental. Es el compromiso de vivir unido al Señor. Hay graduaciones de fe evidentemente, y puede haber también supersticiones, pero lo sustancial es esto: fe agradecida, de fe maravillada por la obra del Señor. Y simplemente que la gente muestra su amor ante el Señor. En la procesión del Señor de los Milagros hay también mucha penitencia. En cambio otros lugares, fuera de Lima, hay muchas veces un sincretismo. En Lima no vas a ver nadie bailando la diablada alrededor del Señor de los Milagros, lo que si se da en otros lugares. En Lima, hay mucho más un sentimiento de penitencia. Me resisto a ver la procesión solamente como algo cultural. Es más que todo algo espiritual. La gente que acompaña la imagen muchas horas, la gente que hace ayunos, la gente que acompaña descalza, algunos incluso de rodillas. Son signos de que las personas tienen realmente una fe profunda en el Señor de los Milagros."

 

¿Existe un problema de beber mucho trago alrededor de la procesión?

"Hablo solamente del Señor de los Milagros en la Iglesia las Nazarenas en Lima centro. Hay una tentación De festejar después de la procesión, evidentemente equivocado, que consiste en tomar licor. Es el ansío de celebrar el hecho de que una persona ha estado con la imagen del Señor. Esto no es una experiencia mayoritaria. Un grupo de personas si lo ha hecho. Pero dentro de la hermandad se trata de cambiar estas malas costumbres. Hay algunos que siguen con una visión muy primitiva. En América Latina desgraciadamente se bebe mucho licor. En la hermandad se hace mucho para corregir esta conducta, y dentro de la hermandad se considera como una falta, que es sancionada. Entonces muchos hermanos van cortando esta costumbre."

 

¿Qué tipo de milagros pasan en torno al Señor de los Milagros?

"Hay muchos  testimonios, y los milagros mas comunes son las curaciones. Por ejemplo, hay una señora que siempre toma fotos de los hermanos, y las regala. Se considera como una experiencia profunda cargar al Señor, y entonces los hermanos se quedan muy felices al tener un recuerdo. Esta señora lo hace por gratitud, porque hace quince años tuvo un cáncer. Se encomendó al Señor y sano. Otro ejemplo: una señora que hizo acercar su nieta al anda. La niña tenia solamente un cuarto del cerebro funcionando. Un par de años después se me acerco la señora y me dijo que ya están funcionando tres cuartos de su cerebro." "Muchos hermanos entran en la hermandad porque el Señor les ha concedido un milagro a el, o a uno de los familiares. Hay muchas veces una gratitud por el milagro recibido. Obviamente, también hay gente que ve como algo milagroso el haber recibido un trabajo, por ejemplo. O alguno que había un juicio que parecía que se iba a perder, e invocaron al Señor y de pronto las cosas van a favor de ellos. Entonces son cosas que pasan, por lo que la gente tiene mucha gratitud. Pero hay que decir que la mayoría de los milagros son curaciones."

 

¿Las procesiones del Señor de los Milagros son manifestaciones de religiosidad popular?

"Evidentemente la procesión es una manifestación de religiosidad popular, si entendemos como religiosidad popular: las manifestaciones de fe que el pueblo tiene espontáneamente, pero que no son las manifestaciones litúrgicas y oficiales." "Piensa en el tema de la peregrinación, el tema de ofrecer flores, el tema de la promesa cuando alguien ha recibido un favor, el tema de la fiesta, que no es tanto la fiesta en el sentido común. En la religiosidad andina la fiesta esta muy ligada a lo cultual y la fiesta profano. La comida y la bebida siempre tienen que estar. En el Señor de los Milagros no: la gente no sale  tanto a beber. Hablo de fiesta en el sentido de una alegría espiritual.  Todos estos componentes de la religiosidad popular, se da también en la procesión del Señor de los Milagros. El Señor de los Milagros, no obstante, es más: tiene que ver también con las misas, con las confesiones. Es impresionante la cantidad de gente que va a confesar especialmente en el mes de octubre, cuando hay confesiones de las 7 a.m. hasta las 9 p.m., y hay 6 o 7 confesores, y las colas nunca cesan. Es una experiencia bastante espiritual. Obviamente también hay grupos que prefieren beber, los que no han entendido bien el mensaje, pero este grupo no es la mayoridad para nada."

 

¿Hay algún tipo de  sincretismo en la procesión?

"Hay  ciertamente cosas sincretistas, cuando hablamos de sincretismo en el sentido de una mezcla de la fe con la superstición o con la magia. Yo creo que si puede haberlo, pero mas en personas  individuales. Puede  haber cosas como por ejemplo: 'si no cumplo mi promesa 21 el Señor me castiga', lo  que es algo sincrético. Pero no es  lo normal, lo general, son mas casos aislados. Hay algo de magia en algunas personas, pero son mas bien personas aisladas." "Lo que puede ser es que a veces se trata de gente no formada. Puede ser que una persona da en un momento mas importancia a la imagen el Señor de los Milagros que a la eucaristía, pero no diría que el mayoritario es sincrético."  "Por estas personas hay que esforzarse en la pastoral, las predicaciones, la catequesis, etc. En el Señor de los Milagros prima muchísimo mas lo cristiano que lo pagano, esto es lo esencial." Podemos concluir de esta entrevista con Mons. P. Dr. Pedro Hidalgo Díaz que la procesión del Señor de los Milagros es evidentemente  una expresión de religiosidad popular, tanto como descrito en el segundo como en el tercer capitulo. Se puede observar también que se trata mas bien de una espiritualidad profundamente cristiana, en la cual si existe todavía algo de superstición. No obstante, la fe católica en un Dios que nos ama y que concede milagros es la experiencia general y profunda que tienen los fieles. Por tanto, podemos concluir que es una expresión muy bella de religiosidad popular, que tiene fuerza para evangelizar más el continente latinoamericano.

 

BLOG DE Monseñor Pedro Hidalgo: http://hidalgadas.blogspot.com/

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SAN MARTÍN DE PORRES, CARIDAD TOTAL

Les comparto la gracia de poder participar en el SIMPOSIO sobre SAN MARTÍN DE PORRES, organizado por la Provincia Dominica del Perú, la CONFER y CEAS. La Oficina de Prensa de Radio Santa Rosa da buena cuenta gráfica y oral del mismo http://www.facebook.com/radiosantarosa?fref=ts  Como pueden ver en la foto, tuvimos las reliquias en la mesa de conferencias. Me tocó la conferencia de clausura junto al P. Omar Arias que hizo un magnífico compendio de todas las conferencias. Al final, se celebró la Eucaristía presidida por el P. Juan José Salaverry, provincial, quien agradeció por el don de San Martín y nos animó a llevar su espíritu permanentemente. 


SAN MARTÍN DE PORRES, CARIDAD TOTAL

 

Profeta del Vaticano II

Profundamente conmovidos por lo que está pasando en nuestra Lima en los mercados de la Parada… quiero poner a San Martín y al Señor de los Milagros como mediadores y modelos que nos inviten a un compromiso con la paz, la concordia, el amor.

Justo estamos inaugurando el año de la fe, por los 50 años del Concilio, y casi estamos culminando los 50 años de la canonización de san Martín.

Agradezco por estar aquí con ustedes; me habría gustado estar en todo pero las clases y las tareas me lo han impedido.

Una de las grandes alegrías del Papa Bueno, Beato Juan XXIII, cinco meses antes de la apertura del Concilio Vaticano II, fue la canonización de San Martín de Porres el 6 de mayo de 1962. Lo mismo puede decirse de nuestro Cardenal Juan Landázuri Ricketts. Todo el Perú exultó de gozo y se hizo presente en Roma para la canonización. Lima repicó las campanas de alegría infinita por tamaña noticia.

Me ha tocado grabar una serie de programas en PAX TV para celebrar los 50 años de su canonización. De igual manera, desde la UCSS (Universidad Católica Sedes Sapientiae) –en el CEPAC- hemos editado un boletín especial COLLI SAPIENS y producido un CD interactivo "San Martín, ícono de la humanidad". He preparado algunas entradas en mi blog http://jabenito.blogspot.com/2012/01/san-martin-de-porres-el-santo-de-la.html. También he tenido la suerte de compartir varias charlas con escolares y universitarios. He peregrinado a su casa natal, parroquia donde fue bautizado y, especialmente, donde están sus reliquias, en el convento del Rosario.

De lo mejor que he leído y escuchado, les comparto dos textos motivados por su canonización. El primero de Juan XXIII, en la misa de canonización, 6 mayo 1962:

Martín nos demuestra, con el ejemplo de su vida, que podemos llegar a la salvación y a la santidad por el camino que nos enseñó Cristo Jesús: a saber, si, en primer lugar, amamos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todo nuestro ser; y si, en segundo lugar, amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos…".

El segundo del Cardenal Juan Landázuri, el 27 de mayo de 1962, en la misa celebrada en la Catedral de Lima con motivo de la Semana de festejos en honor del santo. "Más que Ciudad de los Reyes merece el título de Ciudad de los Santos…Pero si nuestro hermano es símbolo de unión entre el Viejo y el Nuevo Mundo, entre la estirpe europea y la africana, por el hecho de haber nacido en tierras nuestras, es también símbolo de la unidad de nuestras naciones americanas.. Se adelantaba así Bolívar a los esfuerzos que ahora se hacen en otros Continentes para lograr la unidad entre los países o regiones que los integran. Precisamente Martín de Porres simboliza esta anhelada unión".

 

 Infancia y juventud de un criollo limeño universal

Nació en Lima, Perú, en 1579. Fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, en la misma pila y por el mismo párroco que había bautizado a Santa Rosa de Lima. Martín vivió con su madre, quien le educó en la solidaridad con los pobres y enfermos; de este modo, siempre que iba a la tienda, empleaba parte de la plata en socorrer al primer necesitado que encontraba. En la iglesia de Santo Domingo o del Rosario se veía frecuentemente a Ana con su Martín y con la segunda hija, Juana; especialmente gozaban con la vista de los crucifijos y los iconos de la Virgen. Su padre Juan, al volver de Guayaquil, legaliza su situación reconociendo oficialmente a sus dos hijos, aunque no llega a desposarse. A los dos lleva a Ecuador para ser educados con un preceptor. Martín, a sus trece años, aprende castellano, aritmética y caligrafía. Tras dos años de estancia en la ciudad portuaria de Guayaquil, deja a su hija con su tío Santiago y se lleva a Martín a Lima.

A los quince años es confirmado por Santo Toribio Mogrovejo. Por esta fecha trabaja en la tienda de Mateo Pastor, negociante en especies y en hierbas medicinales. Posteriormente aprendió el oficio de barbero-sangrador con Marcelo de Ribera, a quien ayuda a sangrar heridas, aliviar dolores, aplicar hierbas y emplastos.

 

Dignidad de un indignado santamente

Para Dios no hay profesiones indignas, sino indignos profesionales. Los hombres se fijan en las apariencias, el color de la piel, la estatura, el dinero, el vestido...pero Dios sólo mira al corazón. Nuestro Fray Escoba fue un marginado de su tiempo, el siglo XVI. Era hijo "ilegítimo" del español Juan de Porres y de Ana Velázquez, mujer negra descendiente de esclavos africanos. Al ser mulato y pobre le tocó sufrir en más de una ocasión el menosprecio de la sociedad. Sin embargo, su madre le descubrió el evangelio de Jesús: "El que se humilla será ensalzado". A Fray Martín no le importó ser "simple" lego o donado de la orden de Santo Domingo, sin poder ser sacerdote; tampoco tuvo a mal el estar continuamente sirviendo a los demás, ir de un lado para otro con la escoba, atender a los enfermos, a los mendigos... Dios se sirvió de su persona para unir las razas, para hermanar a los ricos con los pobres...y a todos los hombres con Dios.

En la mejor obra publicada en el jubileo de los 50 años de su canonización, su autor Pedro Gjurinovic Iconografía de San Martín de Porres (Fondo Editorial de la Universidad de San Martín de Porres, Lima 2012) rescata la popular escena de "inclusión" cuando hizo comer del mismo plato a perro, pericote y gato. Nos indica que  "está motivada por su permanente caridad al dar alimento diario a todos los seres y de unión entre los hombres. En el cuadro "Las tres razas" de Francisco Laso se aprecia a un niño blanco, Juan Norberto Eléspuru, una sirvienta india, la Mañuquita, y una sirvienta negra, quienes juegan a los naipes en amigable reunión. Es todo un símbolo en los ideales de Martín, ver diversas ideas que conviven en una misma mesa. Se le puede considerar como el nuevo Francisco de Asís. Por su mensaje y la forma como lo vemos en la iconografía es un hombre que ilustra todo concepto de Cultura de Paz. Busca encontrar dentro de la capa humana llena de superficialidades lazos de estímulo para alcanzar la solidaridad entre todos. Solidaridad ante el dolor, ante la miseria y ante la tristeza. No distingue diferencias ente los hombres. Hay en él toda una moción humana dentro de un espíritu colectivo, que en términos actuales lo hace ser el precursor de la seguridad social.

Amor a Dios

Desde niño dio muestras de su profundo amor por Dios. Su caridad con el prójimo nacía de la unión íntima con Jesús y con María. Comentan sus compañeros dominicos que recibía a Jesús Sacramentado "con muchas lágrimas y grandísima devoción", ocultándose de todos para "mejor poder alabar al Señor". Fray Martín rezaba en su celda, en la Iglesia, ante el Santísimo Sacramento, Virgen de los Santos, en los altares del templo, en las capillas y oratorio del convento. Oraba arrodillado y echado en cruz sobre el suelo. Así Juan Vázquez de Parra, amigo suyo, nos cuenta lo siguiente: "que una noche estando este testigo recogido como a horas de las once de la noche, poco más o menos, hubo un temblor muy recio, y recalándose este testigo de lo que podía resultar, se levantó de la cama en que estaba echado dado voces y llamando al dicho venerable fray Martín de Porras, al cual halló (en su celda) que estaba echado en el suelo boca abajo y puesto en cruz con un ladrillo en la boca y el rosario en la mano haciendo oración". Además, sus mismos amigos decían que rezaba después de su trabajo en la enfermería.

 

Caridad total

Al mismo tiempo su amor al prójimo lo condujo a ayudar a todos, aun en las tareas más humildes. A los 15 años ingresó como donado al convento de Santo Domingo en Lima y en 1603 hizo la profesión como hermano lego. Los superiores de San Martín, pronto advirtieron sus cualidades y caridad por ello le confiaron, junto a otros oficios, el de enfermero. Sus habilidades y el ardor con que cuidaba a los enfermos atrajo incluso a los religiosos de otras comunidades que llegaban a Lima sólo para atenderse con el santo. San Martín fue muchas veces despreciado y humillado, por ser mulato, pero nunca se rebeló contra los insultos que le inferían. Su abnegación, su modestia y la paz que irradiaba impresionaban a cuantos conocía. En la enfermería y en la portería del convento del Rosario (Santo Domingo) atendía con acogedora bondad y amor a los pobres y enfermos. Si a todos los dolientes trataba exquisitamente, a sus hermanos religiosos los servía de rodillas.

Su caridad universal le llevará a convertir el convento en hospital. Sabe que el amor es la ley suprema. De este modo, una tarde se encuentra en la plaza con un enfermo vestido de andrajos y devorado por la fiebre. Le carga sobre sus espaldas, le lleva al convento y le acuesta en la cama. Al ser reprendido por uno de los frailes:

- ¿Cómo traéis a clausura enfermos?

El santo, con paciencia serena, contesta con sencillez:

- Los enfermos no tienen jamás clausura.

No nos extraña que se ganara el afecto de los esclavos morenos y de los indios pescadores de Chorrillos y de Surco, pues les servía como enfermero y les catequizaba como misionero. Ellos, por su parte, le obsequiaban con frutos de sus huertos y estipendios para Misas.

San Martín de Porres,  murió el 3 de noviembre de 1639, dejando a Lima -desde el virrey y arzobispo hasta el último excluido social- consternada. Fue beatificado por el Papa Gregorio XVI en 1837 y canonizado hace 50 años en 1962.

 La Santa Sede declara  a Fray Martín de Porres, Patrono de las obras de Justicia Social en el Perú el  10 de Enero de 1945 el Sumo Pontífice Pío XII.  Mediante la Ley 25125, del 17 de noviembre de 1989, San Martín de Porres fue proclamado Patrono Internacional de la Paz.

 

Santidad solidaria

Quiero remarcar una de las claves de la vida de San Martín, que ya se ha considerado desde distintos aspectos: la solidaridad. Pero -como reza el título de la charla que me han asignado- la espiritualidad de la solidaridad. Les comparto una cita de Caritas in veritate que me parece que nos da la clave:

 

El desarrollo necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en oración cristianos conscientes de que el amor lleno de verdad, caritas in veritate, del que procede el auténtico desarrollo, no es el resultado de nuestro esfuerzo sino un don. Por ello, también en los momentos más difíciles y complejos, además de actuar con sensatez, hemos de volvernos ante todo a su amor. El desarrollo conlleva atención a la vida espiritual, tener en cuenta seriamente la experiencia de fe en Dios, de fraternidad espiritual en Cristo, de confianza en la Providencia y en la Misericordia divina, de amor y perdón, de renuncia a uno mismo, de acogida del prójimo, de justicia y de paz. Todo esto es indispensable para transformar los «corazones de piedra» en «corazones de carne» (Ez 36,26), y hacer así la vida terrena más «divina» y por tanto más digna del hombre. Todo esto es del hombre, porque el hombre es sujeto de su existencia; y a la vez es de Dios, porque Dios es el principio y el fin de todo lo que tiene valor y nos redime: «el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios» (1 Co 3,22-23). El anhelo del cristiano es que toda la familia humana pueda invocar a Dios como «Padre nuestro». (n. 79.)

 

Martín  de Porres proclamado protector y patrón de las obras de justicia social. 3 de noviembre 1939, por el presidente de la república Oscar R. Benavides.  Con ese motivo Víctor Andrés Belaúnde pronunció una conferencia titulada  "Martín de Porres, el problema racial y la cuestión social". en la que nos recuerda que "para que exista una moral mínima o media que haga digna nuestra vida y solidaria nuestra convivencia social, es necesario el ejemplo de una minoría heroica que practique la moral máxima" Cita el tercer libro, capítulo 5º del KEMPIS para definir a Martín: "El amante vuela, corre y se alegra; es libre y no está sujeto. Da todas las cosas a todos y encuentra todas las cosas en todos" ¿Cuál era la vida de Martín? Trabajar sin descanso durante el día, remediando los males de los demás. Por eso los días de Martín se resumen en estas palabras: trabajo y caridad  .Martín de Porres encarna la peruanidad integral; es el genio tutelar de nuestra unidad nacional. MP representa también entre nosotros por su obras, la solución cristiana al problema social que necesita no solamente una solución técnico-política, sino un estado de espíritu colectivo, llamado con razón, emoción social" (Palabras de fe. Obras Completas, Tomo VI. Lima, Publicaciones del Instituto Riva Agüero, 1993, pág. º157-168)

 

Les comparto un entrañable testimonio del proceso de beatificación –el de Juan Vázquez Parra, adolescente español que llegó a ser soldado en Chile y El Callao- y que nos revela que San Martín salía al encuentro del pobre, del desvalido, especialmente del joven, para luego dar una solución eficiente e institucional a través de organismos como hermandades:

Dijo que este testigo, habiendo venido de los Reinos de España el año pasado de 1635, estando este testigo en el cementerio del dicho Convento de Nuestra Señora del Rosario, que sería este testigo de edad de catorce años, poco más o menos, se llegó a él el dicho venerable hermano fray Martín de Porrzs, y viéndole pobre y desabrigado, le pregunto que de adonde era y entonces le dijo su patria. A que le respondió que si tenía algún oficio. Y diciéndole que no, le dijo que se fuese con él y ambos entraron el dicho convento y le llevó a su celda y le puso una camisa limpia, doliéndose con extremo de ver a este testigo tan pobre y necesitado, siendo de tan corta edad como lo era. Y le dijo a este testigo el dicho venerable hermano fray Martín que acudiese a su celda a comer y a dormir todos los días y que viese qué oficio quería aprender en la ciudad. Con lo cual este testigo, viéndose enfermo y que no tenia amparo alguno si no era el de Dios, le obligó a asistir en la celda del dicho venerable hermano fray Martín de Porras, y en su compañía y por ser como era el susodicho maestro barbero, le enseñó a este testigo el dicho oficio, y para ello l dio algunas herramientas de las que eran necesarias y comenzó a ejercitar el oficio en el dicho venerable hermano fray Martín. Y llegó a tanto la comunicación que tuvo el susodicho con este testigo, que le dio una llave de su celda, para que entrase cuando le pareciese y el susodicho tenía otra en su poder… declara que se ocupaba todos los sábados de la semana en dar 400 pesos a 160 pobres,  que se repartían  de limosna; los cuales buscaba fray Martín en martes y miércoles que juntaba, porque el jueves y viernes lo que buscaba era aparte para clérigos pobres; porque la limosna que juntaba el sábado se aplicaba a las ánimas (del purgatorio), juntándola con la del lunes. La del domingo era poca… la ocupaba en comprar frazadas (mantas) para dar a algunas pobres negras y españolas; a unas, camisas y, a otras, frazadas, y a cada una en particular de lo que necesitaba le socorría antes de que se lo pidiesen. Fue un hombre de grandísima caridad. En el oficio de enfermero que ejerció, usaba tanto de ella para con los religiosos enfermos que, además de asistirles con el mayor amor del mundo, le tenían todos por padre y amparo, llamándole padre de los pobres."

 

 Fr. Martín de Porres –como anota cordialmente el P. Juan José Salaverry -prior provincial de los Dominicos en el Perú- al hablar de la iconografía martiniana- es mostrado desde la fe de los pintores, escultores y demás hombres de arte, ellos han captado la dulzura de su caridad, el temple de su vida religiosa, la entrega en el servicio al pueblo, y la fe inquebrantable de los hombres sencillos a quienes ama el Señor".

Termino con la oración colecta que me parece bellísima y que resume todo lo que significó y queremos del Santo


Señor, Dios nuestro, que has querido conducir a san Martín de Porres por el camino de la humildad a la gloria del cielo, concédenos la gracia de seguir sus ejemplos, para que merezcamos ser coronados con él en la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

José Antonio Benito

 

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